Los que somos aficionados a las motos sabemos valorar cualquiera de las dos clases de máquinas. Las motocicletas son una pasión que muchas veces queremos incluir dentro de otra también muy placentera: los viajes. ¿Tienes pensado hacer uno y no te decides entre una moto carburada o una a inyección? Aquí nuestra opinión.
Hoy en día es difícil encontrar a alguien que prefiera los carburadores. Estos ya están completamente descontinuados de los automóviles y en las motocicletas son solo algunos modelos los que se mantienen en esta línea.
Muy poca gente del momento sabe cómo tratar un vehículo con carburador. Las primeras motos fueron carburadas, pero cedieron ante los beneficios de un inyector. No obstante, siguen presentándose como buenas alternativas para quienes de verdad quieren escuchar como ruge un motor.
La diferencia entre una moto con carburador y una de las más modernas con inyección es que la primera te lleva a vivir una experiencia de respuesta instantánea. Las motos carburadas no tienen una computadora o circuitos que emitan órdenes. Se trata de una experiencia que todo motorista debería vivir alguna vez, pero que no todos saben cómo manejar de la manera correcta.
Si con tu paseo lo que buscas es muchísima adrenalina y desplegar todo el potencial en las carreteras y autopistas, deberías considerara seriamente utilizar una moto carburada. Eso sí, toma en cuenta que el ajuste de un carburador es algo así como del infierno.
Los sistemas cada vez más modernos de inyección llegaron para quedarse. Estos permiten aportarle exactitud científica a la tarea que anteriormente desempañaba un carburador de manera menos exacta y eficiente.
Los sistemas de inyección esta diseñados para aportar la cantidad de combustible ideal a los motores y no de manera directa como en sus contrapartes carburadas. Según una cantidad de variables importantes como temperatura, naturaleza del motor, presión, oxígeno y muchas otras, es que el sistema toma la decisión de aportar una cantidad de combustible al motor.
La cantidad de procesos que se generan, de manera muy rápida eso sí, hace que la respuesta de la moto sea un poco menos inmediata. Las ventajas son evidentes en lo relacionado con la protección del motor, el consumo de combustible y en la contaminación. No obstante, muchos pensarían que se pierde la magia.
El costo de las maquinas con inyección es evidentemente más elevado que el de las motos carburadas. De la misma forma, una falla en tan solo uno de los sistemas puede desencadenar daños graves a toda la motocicleta.
Si te encuentras por hacer un viaje de adrenalina y simplicidad, las motos carburadas deben ser tu primera opción a considerar. En cambio, si buscas algo un poco más cómodo que te permita incluso compartir con seres queridos debes optar sin duda por los sistemas de inyección.
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